Namibia siempre estará al lado de Cuba
Distantes geográficamente, pero hermanadas por lazos imperecederos, la amistad entre Cuba y Namibia se forjó en la lucha contra el racismo y el colonialismo. La sangre y el sudor de cubanos y namibios regó el suelo africano en la heroica batalla contra el régimen del apartheid.
Una profunda amistad unió a los líderes históricos de ambos pueblos, Fidel Castro Ruz, y Sam Nujoma, quien dijo en una oportunidad: «Namibia no sería la misma de no ser por los cubanos. La derrota del apartheid le abrió las puertas de la libertad».
Desde esos estrechos lazos, le habló a Granma el Comandante y expresidente de ese país, Hifikepunye Pohamba.
–Con frecuencia usted ha manifestado su gratitud por la contribución de Cuba a la libertad que hoy disfruta su país, en la misma medida en que ha confirmado la profunda admiración, el respeto y el afecto que le profesa a Fidel Castro, líder de la Revolución, y a los cubanos que lucharon codo con codo con los combatientes de Angola y Namibia para lograr la liberación de su patria. A la luz de los años ya transcurridos, ¿cómo valora el papel que desempeñaron los combatientes cubanos en la liberación de Namibia?
–El papel de los combatientes cubanos cambió el curso, no solo de Namibia como país y de África, sino también de todo el mundo. Las comunidades internacionales, a través de las Naciones Unidas, declararon el régimen del apartheid como crimen contra la humanidad. Por consiguiente, para el sistema colonial de los blancos sudafricanos, era inmoral e indigno mantener el régimen del apartheid. Por ende, profesamos una profunda admiración, respeto y afecto al compañero Fidel Castro y al pueblo cubano.
–Entre las últimas batallas por la independencia estuvieron las de Cuito Cuanavale y la ofensiva hacia la frontera entre Angola y Namibia. ¿En qué radicó el mayor éxito de esta estrategia militar?, ¿qué elementos condicionaron la unidad, y que función tenía la Swapo en ese objetivo?
–El mayor éxito durante la ofensiva de Cuito Cuanavale comenzó con la participación del compañero Fidel Castro en la ofensiva, y el envío de varios combatientes experimentados y de los más modernos tanques, aeronaves y artillería, respondiendo a una solicitud de su compañero angolano Eduardo Dos Santos, para aplastar al enemigo en 1987. Los combatientes del Ejército Nacional de Liberación de Namibia (plan) y el Ala Militar de la Swapo, también desempeñaron un papel esencial en la derrota de la ofensiva enemiga en Cuito Cuanavale, porque esa ofensiva mostraba la ambición sudafricana de desestabilizar a Angola. Además, la Swapo era consciente de que, con la ayuda de nuestros hermanos cubanos y angolanos, era importante asestar una humillación aplastante en Cuito Cuanavale al enemigo, para enviar el mensaje de que nuestra unidad era pujante, no solo para derrocar el apartheid en Windhoek, sino también en Pretoria, si hubiese sido necesario.
–«La cooperación con Cuba comenzó antes de que lográramos nuestra independencia», afirmó usted, en su visita a la Isla en 2014. ¿Cuál es el estado de la colaboración entre los dos países en la actualidad?
–La cooperación entre las dos naciones se originó en tiempos críticos, de lucha por la vida, contra la muerte. Por eso trasciende en las generaciones y es un aspecto que nuestro pueblo sabe valorar. El estado de la colaboración continúa aún bajo las circunstancias del bloqueo, pero ambas naciones pudieran hacer mucho más si se levantara el bloqueo contra Cuba.
–Las nuevas generaciones de cubanos y namibios han contraído un compromiso con la historia que los une. ¿En qué cree usted que se debe enfatizar para mantener esos lazos de amistad?
–Con el fin de lograr un compromiso total con la historia y el legado de las dos naciones, ese compromiso debe crearse de Estado a Estado, de Partido a Partido, así como con la interacción humana a través de la educación, del intercambio de conocimientos y transitando por otras aristas como la cooperación entre grupos de estudiantes.
–¿Cuál es la posición de Namibia con relación al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, intensificado precisamente en tiempos en los que la solidaridad y el humanismo más elemental en las relaciones internacionales deben prevalecer, en el contexto de la pandemia del coronavirus?
–Namibia siempre estará al lado del pueblo cubano y contra el bloqueo, y tiene la esperanza de que los pueblos del mundo pongan a un lado sus diferencias durante estos difíciles momentos de la pandemia del coronavirus. Insto a la comunidad científica cubana y a la de todo el mundo a que trabajen con empeño, con decisión, para que aporten a la humanidad en estos tiempos de pandemia mundial.
–En varias ocasiones ha visitado Cuba, ¿qué es lo que más ha llamado su atención sobre la trayectoria de la Revolución?
–Mi observación es que el Partido de la Revolución ha hecho grandes progresos en muchas áreas, sobre todo, en la educación, la salud, la agricultura, la conservación y el desarrollo humano en general, a pesar del bloqueo de Estados Unidos.
–La Organización de los Pueblos Africanos Suroccidentales ya rebasa los 60 años. Si tuviera que dar crédito al papel que ha desempeñado en la historia, ¿qué no dejaría de mencionar?, ¿cuál es la función actual de la Swapo en la sociedad de Namibia?, ¿cómo cataloga las relaciones con el Partido Comunista de Cuba?
–Es importante mencionar que la unidad es una fortaleza, y que el conocimiento de nuestra historia es un fuerte hilo conductor, junto con el legado de nuestros luchadores, que sacrificaron sus vidas durante los duros momentos de nuestra lucha. El pueblo cubano y todos los guías del Partido Comunista deben estar orgullosos de que su sacrificio y su compromiso a toda prueba con la paz, hayan creado lazos indestructibles con los pueblos amantes de la paz en todo el mundo y, específicamente, con el pueblo de Namibia y con los países del sur de África.
–A la luz de los tiempos actuales, ¿cuáles son los mayores retos que enfrenta la humanidad y qué lugar ocupan en ellos Namibia y Cuba?
–El mundo está enfrentando calamidades de proporciones no imaginables, y los pueblos han de mantenerse unidos para intercambiar conocimientos y experiencias sin socavar las fortalezas de cada nación. La batalla de Cuito Cuanavale, considerada la de más envergadura desde la Segunda Guerra Mundial, se ganó por la unidad de pueblos resueltos. Ahora, más que nunca, los pueblos deben marchar juntos, para garantizar la supervivencia de la humanidad, y hoy se trata de sobrevivir al coronavirus.